En ocasiones podría parecer que las escuelas toman decisiones arbitrarias con respecto a los contenidos y cómo se transmiten a los alumnos. Sucede que cada enseñanza, por minúscula que parezca, tiene un sentido importantísimo e impacta el proceso de aprendizaje de nuestros niños. Este mes les compartimos un texto de un doctor en neurociencias que nos explica los beneficios de escribir a mano, particularmente en manuscrita, y las desventajas de perdernos de esta experiencia en una época en donde todo lo hacemos a través de un teclado.
Vivir en la era de la información tiene sus muchas ventajas, sin duda. Pero, como todo, viene con su lado negativo. Ser papás en esta época significa estar al pendiente de absolutamente todo y el tener acceso a la información en la punto de nuestros dedos puede traicionar nuestro instinto y nos dejamos llevar.
Para los niños, como para el resto de las personas, leer es importante en dos sentidos: por un lado se desarrolla habilidades tales como la adquisición de un vocabulario más amplio, el razonamiento, la memoria, la atención, la decodificación, etc. Leer ayuda a los niños a mejorar la capacidad que tienen para estructurar una historia: empiezan a pensar en términos de un principio, un nudo y un desenlace. Digamos que en cierto sentido, comienza a poner orden a nuestras ideas.